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La subida de la luz, las consecuencias palpables del cambio climático que vemos por las noticias, una mayor conciencia de consumo responsable… Son solo algunos de los motivos por los que cada día personas se preguntan cómo hacer una vivienda más sostenible.

Uno de los grandes retos de España es consolidar la construcción sostenible. Si bien es verdad que cada vez más la normativa exige la construcción de edificaciones respetuosas con el medioambiente, la realidad es que, según datos de 2016, más de la mitad del parque de viviendas de nuestro país es anterior a 1980.  

¿Qué implican estos datos? Pues que la gran mayoría de los edificios tienen mucho camino por recorrer para ser sostenibles, consumir menos, etc. Mientras eso sucede, podemos actuar en el interior de nuestras casa para conseguir un menor consumo y que sean más ecológicas. 

¿Qué es una vivienda sostenible? 

Antes de ofrecerte algunos consejos para tener una vivienda más sostenible, hablemos sobre este concepto. 

Se entiende por vivienda sostenible aquella que apuesta por un consumo responsable, intentando reducir su consumo energético, aprovechando los recursos naturales y fomentando el reciclaje. Todo ello con un objetivo: intentar minimizar el impacto de la vivienda y de su construcción sobre el medio ambiente.

En la actualidad, para construcción de viviendas o edificaciones sostenibles se vigila todo el proceso: desde los materiales que se escogen hasta las actividad prevista de los habitantes. Se construye pensando en crear hogares confortables, seguros y cómodos pero también respetuosos con el medio ambiente. 

6 consejos para una vivienda sostenible

Por todos es sabido que la apuesta por la sostenibilidad y la ecología no es una tendencia ni tampoco es cosa del pasado, es una necesidad presente para garantizar y mejorar el futuro. 

Respetar el entorno, consumir menos, reciclar… Son algunas formas de lograr que tu casa sea una vivienda sostenible. 

Aísla bien la vivienda

Las ventanas es uno de los lugares por los que más frío y calor entra, por eso es importante que estén bien instaladas y cierren bien. Comprobando su correcta estanqueidad evitarás que entre aire frío o calor y la necesidad de utilizar más la calefacción o el aire acondicionado. 

El doble acristalamiento o garantizar que las ventanas estén bien selladas con silicona también te ayudarán a aislar tu vivienda. 

Luz natural e iluminación LED

Siempre que sea posible deja que la luz natural entre en tu hogar para iluminarlo. Además de ser luz “gratis”, no necesitarás encender la iluminación artificial y ahorrarás en consumo. De hecho, si estás buscando vivienda, procura que tenga muchas ventanas al exterior y que esté orientada al sur, suroeste o sureste ya que son las orientaciones que más luz natural te ofrecerán. 

Para la iluminación del hogar utiliza LED porque consumen menos electricidad y son más respetuosas con el medioambiente ya que reducen las emisiones de CO2. Además, aunque son un poco más caras, son muy eficientes y duran mucho más tiempo. ¡Notarás el ahorro de energía en la factura de la luz! 

Utiliza electrodomésticos con una alta eficiencia energética 

Si necesitas comprar o renovar tus electrodomésticos, además de pensar en sus características técnicas, fíjate en su consumo. 

Opta por electrodomésticos de clase A o B porque, aunque son menos económicos, consumen menos energía y vale la pena gastar un poco más a corto plazo y ahorrar en luz durante muchos años. 

Ahorrar en agua

Para ahorrar en agua, uno de los primeros consejos es… ¡Usar lavavajillas! Aunque te parezca contradictorio, el lavavajillas no solo es más cómodo sino que supone un gran ahorro de agua comparado con lavar los platos a mano. Eso sí, ¡utilízalo únicamente cuando esté completamente lleno! 

Otras recomendaciones para ser más sostenible ahorrando en agua son:

  • Cerrar el grifo mientras te lavas los dientes o te enjabonas el cuerpo o las manos. 
  • El agua de la ducha que sale demasiado caliente, recógela con un cubo y utilízala más tarde para fregar o para regar las plantas.
  • Elige una cisterna de doble carga, te permitirá reducir el consumo de agua diario hasta en 12 litros. 

Aparatos y enchufes: si no los estás usando, apágalos

¿Has oído hablar del consumo fantasma? Es muy común en el hogar y se produce con el modo “standby” que tienen apartados como la televisión o el ordenador. Los electrodomésticos siguen conectados y consumiendo energía aunque no estén encendidos ni los estés usando. 

La mejor forma de ser sostenible en este aspecto es asegurarte de que estén bien apagados. Por cierto, sucede lo mismo con el cargador del móvil, así que… ¡Enchufes fuera cuando no estés usando los aparatos! Otra opción sería usar enchufes inteligentes. 

Ahorrar en la calefacción

La primera norma para ejercer un consumo responsable con la calefacción es colocar los radiadores en zonas clave. Para que el aire circule libremente y la habitación se caliente, evita cubrir los radiadores con muebles o tapetes. 

Por otra parte, recuerda que la temperatura ideal está entre los 19 y 21º. ¿Sabías que aumentar 1ºC la calefacción implica un 7% más de consumo? Es preferible mantener la temperatura constante, sin variaciones, ya que ponerla muy alta desde el principio provoca que el consumo energético se dispare. 

Si te gusta llegar a casa y que esté a la temperatura correcta puedes programarla una hora antes y así evitar ponerla a una temperatura muy alta cuando llegas con frío. Esto provocaría, como decíamos, un gasto innecesario por un aumento del consumo. 

Otras recomendaciones para tener una casa sostenible

  1. Acuérdate de la fórmula de las tres ‘R’: Reduce comprando a granel, por ejemplo, o dejando de utilizar plásticos. Reutiliza todo lo que puedas, por ejemplo, los envases de cristal. Lo que no se pueda reutilizar, ¡recíclalo!  
  2. Instala placas solares para apostar por el autoconsumo fotovoltaico. Genera tu propia energía y ahorra en la factura de la luz mientras cuidas del planeta. 
  3. Utiliza materiales más sostenibles. Para pintar tu hogar, utiliza pinturas no tóxicas; o decora con muebles de segunda mano o elementos reciclados. 

Con estos consejos, tener una vivienda sostenible es más fácil de lo que parece. ¡Ponte manos a la obra, reduce tu consumo y estarás contribuyendo a la salud del planeta… y de la humanidad!